martes, 25 de diciembre de 2012

Raúl Zaffaroni: Homicidios en 2010-2011


"Los pobres se matan entre sí"

En una sala repleta del cine Gaumont, Zaffaroni compartió mesa con el periodista y escritor Horacio Verbitsky, presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), y con el secretario General de la CTA, Hugo Yasky, quien moderó el encuentro.

Se trató de la primera mesa redonda de un ciclo de debates sobre temas fondo y actualidad que protagonizará la CTA a lo largo de 2013.

Zaffaroni detalló el informe “Homicidios dolosos 2011” que elaboró el Instituto de Investigaciones de la Corte Suprema de la Nación. Un estudio sobre los años 2010 y 2011 que condujo a una serie de conclusiones contra intuitivas o, al menos, contrarias a los lugares comunes instalados por algunos medios de comunicación. Por ejemplo, el juez de la Corte afirmó que los índices de criminalidad en la ciudad de Buenos Aires son bajísimos en comparación con los de la región (6,57 cada cien mil habitantes contra 20 cada 100.000 de Brasil y 26 de México); que la mitad de los casos se dieron entre conocidos; que el alcohol es la principal droga criminológica, al contrario del mito circulante respecto a la influencia de drogas ilegales como el paco; que un tercio de las víctimas fueron extranjeros; que los 190 asesinatos de 2011 se concentraron mayoritariamente en la zona sur (es decir, “los pobres se matan entre sí”, según Zaffaroni); y reveló que en 2011 solo hubo 2 homicidios cometidos por menores.

Sobre la posible disminución de estas estadísticas, Zaffaroni destacó que el principal factor disuasivo es la “prevención primaria”: o sea, la urbanización, el desarrollo social y estructural. Sobre la llamada prevención secundaria, la encarada por las fuerzas de seguridad, señaló que el ingreso de 2.500 efectivos de la gendarmería y prefectura en la ciudad de Buenos Aires fue clave para bajar las cifras criminológicas.

Escuchar la conferencia completa

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Un valiente soldado norteamericano torturado por su gobierno

El calvario de Bradley Manning


Amy Goodman

El soldado Bradley Manning pudo, por fin, hablar públicamente en su defensa, en una audiencia preliminar al consejo de guerra al que será sometido el próximo año. Manning es la presunta fuente de la mayor filtración de inteligencia en la historia de Estados Unidos. El soldado, que se desempeñaba como analista de inteligencia en el Ejército de Estados Unidos y tenía acceso a información ultra secreta, fue enviado a Irak.
En abril de 2010, WikiLeaks, el sitio web que publica documentos confidenciales filtrados, hizo público un video en el que se ve cómo un helicóptero Apache de las Fuerzas Armadas estadounidenses dispara a una docena de civiles, entre ellos dos empleados de Reuters, un camarógrafo y su chofer, en Bagdad.

Un mes después de la publicación del video, Manning fue arrestado en Irak y acusado de haber filtrado el video y otros cientos de miles de documentos. Así comenzó su calvario de encarcelamiento en confinamiento solitario, en condiciones crueles y degradantes que muchos sostienen que equivalen a la tortura, desde su detención en Kuwait hasta los meses de detención en la base militar Quantico, en Virginia, Estados Unidos. A raíz de la condena mundial contra sus condiciones de detención, las fuerzas armadas estadounidenses trasladaron a Manning a un centro de detención en Fort Leavenworth, Kansas, donde las condiciones no son tan severas.

Mientras Manning afronta 22 acusaciones en un consejo de guerra que podría condenarlo a prisión por el resto de su vida, su abogado argumentó en la audiencia preliminar que el caso debería ser desestimado sobre la base del castigo ilícito aplicado al soldado previo al juicio.

El abogado constitucionalista de larga trayectoria, Michael Ratner, se encontraba en la sala de audiencias en Fort Meade, Maryland, el día en que Manning realizó su declaración. Ratner describió la escena: “Fue una de las escenas más dramáticas que jamás haya visto en una sala de audiencias. (...) Cuando Bradley comenzó a hablar no estaba nervioso. Su testimonio fue extremadamente conmovedor, realmente emotivo para todos nosotros, pero especialmente, como es evidente, para Bradley mismo por todo lo que tuvo que soportar. Fue terrible lo que le sucedió en dos años, pero lo describió con lujo de detalles de un modo elocuente, inteligente y consciente".

Ratner dijo que Manning describió cómo estuvo detenido en una jaula en Kuwait: "Había dos jaulas. Dijo que eran como jaulas para animales. Estaban bajo una tienda, solo estas dos jaulas, una junto a la otra. Una de ellas contenía algunas de las posesiones de Manning, y en la otra, en la que estaba él, había una pequeña cama, una estantería y un inodoro. Permaneció en esta jaula oscura durante casi dos meses. Lo sacaron por un corto período de tiempo y luego, sin dar explicaciones, lo volvieron a colocar en la jaula. (...) Bradley dijo sobre ese período: ‘Creo que perdí la noción del tiempo. No sabía si era de día o de noche. Mi mundo se volvió muy, muy pequeño. Se convirtió en esas dos jaulas’”. Ratner agregó: “Eso casi lo destruyó”.
Luego de su detención en Kuwait, Manning fue trasladado a una base militar en Quantico. Su abogado defensor, David Coombs, dijo este mes: “El modo en que trataron a Brad en Quantico quedará grabado por siempre en la historia de nuestro país como un momento lamentable. No solamente fue estúpido y contraproducente, sino que fue criminal”.

El abogado Michael Ratner también describió el momento en que Bradley Manning explicó lo sucedido en Quantico: “Bradley contó cómo era estar en esa celda, en la que debía dormir en una pequeña cama, con una luz frontal apuntando hacia él, que dejaban encendida para poder observarlo. Si se movía para evitar la luz iban a despertarlo. Eso sucedía en la noche. Durante el día pasaba de 23 a 23 horas y media en la celda, quizá tenía 20 minutos de lo que denominan ‘ejercicio al sol’, que no es nada. ¿Y qué podía hacer? Porque supuestamente está en servicio, debe o bien estar de pie o sentado en esa cama de metal con los pies en el suelo y no puede apoyarse en nada. Eso durante 10 o 15 horas al día, lo que debe denominarse privación de los sentidos”.

El relator especial de las Naciones Unidas sobre la tortura, Juan Méndez, intentó visitar a Manning, pero luego se negó debido a que las fuerzas armadas le dijeron que podrían vigilar y grabar la visita. Méndez informó: “La detención en confinamiento solitario es una medida severa que puede provocar grave daño psicológico y fisiológico a los individuos, independientemente de su situación específica”.

Los oficiales del ejército describieron el trato cruel aplicado a Manning como necesario, debido a que, según afirmaron, había riesgo de que intentara suicidarse. Sin embargo, el Capitán de la Armada William Hocter, un psiquiatra forense de Quantico, dijo que no existía tal riesgo, pero no lo escucharon. “Soy médico jefe desde hace 24 años y nunca vi algo igual”, declaró Hocter. “Estaba claro que estaban decididos a tomar un determinado curso de acción y poco importaron mis recomendaciones”.

La primera etapa del consejo de guerra, que Coombs denomina “la etapa de las mociones de castigo ilícito previo al juicio”, consideró una moción de la defensa de desestimar el caso. Si bien es improbable que esto suceda, quienes siguen el caso sostienen que la defensa solicitó, como alternativa, que el consejo de guerra considerara reducir la pena de Manning que resulte del juicio a razón de 10 días por cada día que tuvo que soportar el trato cruel y degradante en Kuwait y Quantico, lo que en teoría podría significar una reducción de seis años de su condena a prisión.

Bradley Manning está acusado de filtrar una serie de documentos a WikiLeaks, que incluyen el video de la masacre de Bagdad, dos grandes series de documentos relacionados con los registros militares estadounidenses de las guerras de Irak y Afganistán y, quizá lo más importante, la gran filtración de más de 250.000 cables del Departamento de Estado de Estados Unidos, conocida como “Cablegate” (en referencia a Watergate). Tras una evaluación realizada en agosto de 2010, el entonces Secretario de Defensa, Robert Gates, sostuvo que la publicación de los documentos “no reveló fuentes ni métodos de inteligencia importantes”. Manning se ofreció a declararse culpable de la filtración de los documentos, pero no de las acusaciones más graves de espionaje ni de haber ayudado al enemigo.

Bradley Manning cumplirá 25 años el 17 de diciembre en la prisión, fecha que también marca el segundo aniversario de la muerte del joven tunecino que se inmoló en protesta contra el gobierno corrupto de su país, lo que dio paso a la Primavera Árabe. Hace un año, cuando la revista Time nombró al “manifestante”, en términos genéricos, como Personaje del Año, el legendario informante de los Documentos del Pentágono, Daniel Ellsberg, elogió esa decisión en una declaración que también se aplica a la realidad actual: “La tapa de la revista Time nombra al manifestante, a un manifestante anónimo, ‘Personaje del Año’, pero es posible ponerle un rostro y un nombre a esa foto del ‘Personaje del Año’. El rostro estadounidense que pondría en esa tapa sería el del soldado Bradley Manning”.

Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2012 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

sábado, 8 de diciembre de 2012

1931 - Discurso de Lisandro de la Torre


Un video histórico, con el líder y fundador del Partido Demócrata Progresista (una primera escición anti-yrigoyenista de la UCR- en campaña presidencial, para la fórmula de la alianza PDP-Partido Socialista, De la Torre - Repetto..

Para escucharlo y verlo desapasionadamente, como lo que es: un documento para penetrar en elmundo de los comportamientos y las mentalidades políticas en la Argentina de las primeras décadas del siglo XX.

Son especialmente interesantes sus menciones a la relación que tuvo con el presidente / general golpista Uriburu, la participación de éste en la Revolución del Parque y la mirada de De la Torre acerca del golpe del ´30. 

sábado, 1 de diciembre de 2012

La Universidad Pública y los siete saberes de Morin


El quinto de los siete saberes imprescindibles para
la educación del futuro (Edgar Morin)

La Universidad Pública:
Un contrapoder frente a la globalización

por Ruben Hallu
Rector de la Universidad de Buenos Aires

Seminario Universidad Pública y Globalización
Universidad de Chile, 170 aniversario,
16 de noviembre de 2012



Agradezco a la Universidad de Chile, y en especial a su Rector, mi estimado amigo el Profesor Víctor Pérez Vera, el privilegio de esta invitación a participar del festejo los 170 años de esta casa de estudios superiores, y de poder hacerlo en este Seminario Internacional sobre las encrucijadas de nuestras universidades públicas en la globalización, un debate urgente e imprescindible.Como me siento en casa de amigos, y en estos espacios los circunloquios y las inferencias sutiles son mucho más incómodos que las proposiciones abiertas y frontales, permítanme empezar sin rodeos: En el mundo de hoy, financieramente globalizado, con representaciones debilitadas y con sus recursos tecnológicos y presupuestarios cada vez más orientados a la guerra, la universidad pública no es una opción, es una necesidad estructural y, me atrevo a sostener, es el contrapoder por excelencia con que cuentan la sociedad civil, los pueblos y la democracia.

Cuando enuncio “el mundo”, sin limitarme a nuestra América Latina o los países llamados emergentes en la nomenclatura de los organismos internacionales, no estoy siendo metafórico: el búmeran de los rasgos más negativos de la globalización – la especulación, las burbujas financieras e inmobiliarias, el dispendio armamentista, la negligencia frente al cambio climático, el derroche de energía, el agiotismo con el petróleo crudo y los alimentos, la súper especialización técnica en detrimento de las competencias genéricas y la capacidad creativa, la precarizción del empleo, la cancelación de la asistencia social, el resurgimiento del racismo y la xenofobia, y la agudización de las desigualdades en medio de la abundancia y el despilfarro, con un regreso a los momentos más vergonzosos de la historia humana – ya ha golpeado a la mayor parte de las naciones, incluyendo a varias de la grandes potencias industriales. La globalización está llegando a su punto de ineficiencia. La pulsión privatizadora ha avanzado por encima de las decisiones de los estados. Hasta fines del siglo XX, el ajuste ortodoxo, que hacía pagar a los menos favorecidos el costo de las crisis, podía observarse en un mapa, que acusaba una clara distribución geográfica contra las naciones menos favorecidas. Una década después, esa frontera, que alguna vez pareció representar una polaridad nortesur, se está esfumando: ha salido de la geografía para convertirse en un blindaje, errático, escurridizo, que aísla a las oficinas de poder concentrado del resto de la humanidad. De hecho, la noción misma del estado nación esta hoy severamente comprometida, pero no por las mejores razones, aquéllas que auguraban una internacionalización de la sociedad del conocimiento, emparejada con acuerdos estratégicos regionales, continentales y mundiales, sostenidos en legislación común, cooperación, solidaridad y organismos confiables de arbitraje y justicia.

Lo que cuestiona hoy a los estados nacionales es un conjunto de las peores razones: las de corporaciones anónimas que hasta tienen ejércitos y logística bélica privados, que se financian no con recursos propios sino con el déficit público; las de los consorcios y joint ventures de intermediación que, en segundos, compran millones de barriles de petróleo y de toneladas de alimentos frescos para duplicar su precio; las de las industrias de la salud que invierten la totalidad de sus recursos de investigación y desarrollo en altísima complejidad y desfinancian la lucha contra pandemias y epidemias; las de los sofisticados mecanismos de lavado de dinero, no sólo el proveniente de actividades criminales típicas, sino también los ingentes volúmenes de evasión fiscal. El proyecto de la sociedad del conocimiento, del que muchos nos sentimos partícipes, el que fue reforzado y respaldado por sucesivas declaraciones de organismos internacionales, en foros donde, desde una pluralidad de enfoques académicos, conceptos pedagógicos y filiaciones políticas, fuimos unánimes al ratificar a la educación superior como un bien no transable, ese proyecto también está amenazado. “La Educación Superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado. Ésta es la convicción y la base para el papel estratégico que debe jugar en los procesos de desarrollo sustentable de los países de la región”, dijimos hace poco más de cuatro años en la Declaración Final de la Conferencia de Cartagena de Indias; esto, amigos, es incompatible con la doctrina de los filibusteros, para quienes lo público en general, y el conocimiento público en especial, es un obstáculo poderoso. La defensa de la sociedad del conocimiento o, mucho mejor dicho, la concreción de la sociedad del conocimiento, tiene en la universidad pública su núcleo central, su principal fortaleza. No decimos que seamos la única. No decimos que la educación superior de gestión privada no sea también un agonista relevante en este proyecto, ni tampoco que los niveles medios y primarios de educación, de gestión estatal, privada o mixta, no formen parte de este nuevo modelo de sociedad plural, democrática e inclusiva.

Lo que decimos es que, sin universidad pública, no hay sociedad del conocimiento, no hay educación y formación permanente durante toda la vida, no hay investigación estratégica ni transferencia de saberes a la sociedad y los estados, no hay agenda pública y colectiva para la ciencia y la tecnología, no hay renovación de los modelos pedagógicos, y, como dije al principio, no hay un contrapoder consolidado que le ponga freno a los mercaderes en su intento de apropiación del patrimonio intelectual. Sé que hablar de contrapoder puede generar resquemores, por un lado, y entusiasmos excesivos por el otro, de modo que voy a tratar de poner el concepto en su punto justo. La universidad pública no reemplaza a los partidos políticos en su rol indelegable de organizadores de la representación y participación democrática. No reemplaza, por supuesto, a los tres poderes de la república, ya que a estos, y especialmente al Legislativo, les compete el debate y la asignación de recursos para nuestra gestión sea eficiente y nuestra autonomía sea sólida. Definitivamente, no reemplaza al antiguamente llamado cuarto poder, el de la prensa, que debiera ser garante de la transparencia, la accesibilidad y la circulación de la crítica en el diálogo social.

Pero la universidad pública tiene la capacidad de convocar a todos los otros actores a construir la agenda común del mediano y el largo plazo, los proyectos estratégicos capaces de unir a quienes hoy actúan como adversarios en la competencia del corto plazo. Y esto es lo que nos legitima para reclamar a los poderes del Estado el financiamiento de nuestra actividad, al que consideramos como un inversión claramente rentable, tanto en términos de ciencia y tecnología aplicada, como en términos de reproducción mejorada de los ciclos educativos y, finalmente, también en concepto de consultoría y auditoría de proyectos de desarrollo local, infraestructura, servicios e innovación productiva. La universidad pública es el lugar en el que la pluralidad no se declama, se ejerce como práctica de gestión cotidiana. Es el espacio donde la mirada no se fragmenta por intereses de sector, sino que adquiere perspectiva transversal y transdisciplinaria. La universidad pública es la usina de ideas más independiente que puede concebirse, y también la que cuenta con mayor audacia y capacidad de transgresión creativa. Es la consultora más objetiva y confiable con la que pueden contar los gobiernos, los legisladores, la justicia, las empresas, las organizaciones no gubernamentales, los restantes estamentos de la enseñanza, los actores públicos y privados de la salud, la producción, la sustentabilidad social y ambiental.

¿Por qué decimos que esas ventajas nos consolidan como un contrapoder? De alguna manera, esto ocurre casi por descarte, por selección negativa. Señoras y señores, esos poderes fácticos, erráticos, huidizos, esas corporaciones fantasmas que representan el lado más oscuro y hasta perverso de la globalización, no están, y subrayo, no están disputándoles la representación a los partidos políticos, aun cuando tengan injerencia en algunos de ellos; no están ocupando ministerios, no están apropiándose de las universidades privadas, aún cuando metan su cola en los rankings y, eventualmente, trasfieran fondos a algunos centros de investigación para algún desarrollo de punta. La disputa de fondo, el botín de esta batalla, es el conocimiento, es la cultura. El que logre apropiarse de su producción, distribución y enunciación, se apropiará también de la agenda, logrará fijar las prioridades, las elecciones, incluso tomará el control de las grandes metáforas y relatos civilizatorios.

¿Acaso no lo vemos? Alta competencia individualista, demonización de lo político, devaluación de lo público, deificación del éxito personal y la ganancia rápida, un relato de “ganadores y perdedores” que domina los vínculos personales y colectivos, acompañado de notorios deterioros en la autonomía personal, el pensamiento crítico y las habilidades de liderazgo asociativo, trabajo en equipo y comunicación efectiva. Es una batalla cultural de largo aliento, que no se limita a la cátedra o al arte, sino que impregna los modelos organizacionales.

Durante siglos, la metáfora social y política más empleada por los hombres y las naciones tuvo raíz constructiva, arquitectónica. Hablábamos de fundamentos, de cimientos, de estructuras, de pisos y techos para los acuerdos y las negociaciones, de horizontes, de miradas panorámicas, de plataformas. Todos estos recursos lingüísticos – universales, sin lugar a dudas – confluían en un paradigma que concebía nuestro mundo colectivo como un hábitat, una continuidad entre el oicos, el hogar; el ágora, el ámbito de reunión y debate, y la ecclesia, lo público.

Desde la segunda mitad del siglo XX se superpuso a ésta una segunda metáfora, de tipo bélico, promovida paradójicamente en tiempos de paz: En las organizaciones empezamos a hablar de conquista, de ocupación territorial, de “cuadros” directivos y “tropas” de empleados y vendedores, de “marketing de guerrilla”, los consumidores empezamos a ser “targets”, blancos móviles, y los ejecutivos empezaron a entrenarse en juegos de guerra. La estrategia pasó a ser una noción frecuentemente usada por nosotros, y nos olvidamos incluso que su etimología, más que eso, su definición primaria, es conducción de operaciones militares.

Permítanme, entonces, sugerir una tercera metáfora, una construcción ficcional al sólo efecto de trazar una tendencia en la economía mundial, y subrayo el carácter ficcional para que no puedan acusarme de sustentar teorías conspirativas: ¿Hay en el mundo actual alguna industria que cuente con mayores recursos económicos, mayor tasa de rentabilidad, mayor disponibilidad de mano de obra barata y, por sobre todo, mayor aporte de los presupuestos públicos, que la guerra? No. Ahora bien ¿Hay algún otro negocio en el que los directores y gerentes – en este caso los generales – cuenten con recursos ilimitados, tanto para acertar como para equivocarse, para ganar o para perder, que la guerra? No. Si, por añadidura, sabemos que cualquier general del llamado primer mundo que vuelva de un conflicto bélico – cualquiera sea el resultado colectivo – es bienvenido en el sector privado para ocupar cargos gerenciales con preferencia sobre cualquier otro profesional, tenemos un admirable círculo virtuoso.

Claro que, cuando empezamos a mirar con minucioso detalle los flujos de financiamiento de la investigación en tecnología de punta, la ficción nos salta a la cara con el sabor de una amarga realidad. No se trata solamente de armas y equipos letales, se trata también de transporte, logística, movimiento de suministros, medicina de guerra, hospitales de campaña, espionaje satelital, comunicaciones ... la lista es abrumadora.

No vamos a envanecernos, estimados colegas, en sostener que la universidad pública es el único centro de producción y transmisión de conocimiento capaz de trabajar con eje en la paz, la integración, el desarrollo humano, el fortalecimiento social, la protección ambiental, la erradicación del hambre y la indigencia, el pleno empleo, la vivienda, las energías alternativas, la renovación e integración de los grandes conglomerados urbanos, la calidad del agua, la multiplicación y accesibilidad del transporte, la promoción de los derechos humanos y, desde lo académico, capaz de formar al mismo tiempo profesionales aptos para el mercado laboral y líderes para el cambio.

No tenemos, las universidades públicas, la exclusividad en el arte de transformar a los discípulos en nuevos maestros. Lo que tenemos, señor Rector, es la responsabilidad indelegable de liderar al resto de los segmentos educativos en la ejecución de tal agenda, y la capacidad original de recrearla permanentemente y cohesionar y sintetizar los esfuerzos de otros centros y múltiples disciplinas. Sin la universidad pública, los poderes fácticos de la especulación y la guerra permanente tienen el camino allanado para apropiarse de los centros de investigación y formación, o al menos de cooptarlos. Alineando a su favor la producción del saber, no necesitan intervenir en los gobiernos, ni siquiera en los organismos multilaterales, para definir las prioridades de inversión productiva y social. Su agenda es la de una civilización de sobrevivientes, una suerte de darwinismo social, en la que el hambre, la marginación, la exclusión, las carencias, la conflictividad social, la inseguridad, el miedo, la estigmatización del diferente o del humillado como un enemigo, son funcionales a la acaparación de recursos y privilegios. Si aceptamos, no digo como definición sustantiva, sino al menos como línea de discusión, como un posible perfil a indagar, diseñar y construir, ese rol de contrapoder, surgirán otras preguntas acerca de los alcances y funciones que conlleva.

En efecto, si las universidades de gestión estatal nos limitáramos a ser la opción de los que no tienen recursos para pagarse estudios superiores privados, apenas estaríamos cumpliendo un rol asistencial. Nos condenaríamos a nosotros mismos a formar especialmente recursos humanos para las posiciones medias de empleo; formaríamos operadores, no creadores; ejecutores, no decisores. Y entonces veríamos languidecer nuestros presupuestos, emigrar a nuestros profesores, entregar el liderazgo en materia curricular, de investigación y autoevaluación. En poco tiempo, no sólo no vamos a haber quebrado las desigualdades sociales, sino que habremos ayudado a consolidarlas. No es nada descabellado esto que mencionamos; en el espíritu, en lo no declarado del muy cuestionado Proceso de Bolonia hay bastante de esto: no sólo que el sector privado establezca las prioridades, sino que los títulos más calificados los reciban los más acomodados. Por eso, el mero acceso de los grupos de menor ingreso a la educación superior es solamente una herramienta de inclusión del sistema público, no una definición esencial. Lo que define a la universidad pública es garantizar el acceso a una formación de la máxima calidad, y por eso somos los primeros en hacernos cargo, no solamente de producir una calidad educativa pasible de ser evaluada, sino que promovemos desde nuestros claustros el debate profundo sobre la calidad.

Las universidades públicas tenemos que lograr nuevos pactos con el sistema político y social. Cuando digo el sistema, quiero decir no el gobierno sino el Estado, de modo que todo el arco democrático de nuestros respectivos países, primero, y de las sociedades regionales que integramos, en segundo término, nos valide, desde lo jurídico y desde lo presupuestario, en ese rol múltiple de educación, investigación, extensión y transferencia de saber.

Señor Rector, colegas, amigos: Los siete saberes que Edgar Morin describió como imprescindibles para la educación del futuro, que son

(1) una educación que cure la ceguera del conocimiento,
(2) una educación que garantice el conocimiento pertinente,
(3) enseñar la condición humana,
(4) enseñar la identidad terrenal,
(5) enfrentar las incertidumbres,
(6) enseñar la comprensión, y
(7) la ética del género humano ...

... no son propiedad de la universidad pública. Pero hasta ahora, y probablemente por el resto de este siglo apenas iniciado, solamente son y serán sostenidos medularmente por las universidades públicas. Ése es nuestro poder. Ésa es nuestra vocación. Unámonos para consolidar nuestra misión y para seguir poniéndola en valor. Son muy pocos los que hoy osan declararnos prescindibles en público. De nosotros depende que cualquier ataque a la universidad pública quede deslegitimado por su propia torpeza.

Muchas gracias, y el abrazo cordial de la Universidad de Buenos Aires para ustedes.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Estados Unidos ante el abismo


Por Leandro Morgenfeld
(www.marcha.org.ar)

Obama fue reelecto sin discusión, pero inmediatamente la bolsa de Wall Street tuvo una fuerte caída. Faltan pocas semanas para el "abismo o precipicio fiscal", la fecha tope impuesta para encontrar una solución al fuerte déficit de las cuentas públicas.
 
En un Congreso dividido, demócratas y republicanos deben alcanzar un acuerdo antes del 31 de diciembre. Si no lo logran, se aplicarán automáticamente aumentos masivos de impuestos y recorte de gastos. El peligro de una nueva recesión y la declinación hegemónica.
 
Por primera vez desde la segunda guerra mundial, la deuda pública de Estados Unidos superó a su PBI. Hoy asciende a 16 billones de dólares (16.000.000.000.000). En 1980 ésta era 16 veces menor y apenas alcanzaba el 30% de su PBI. Representa un tercio de las deudas públicas de todos los países del mundo. Cada estadounidense debe 50.000 dólares (200.000 por "familia tipo"). De 2007 a2010, el PBI estadounidense creció un 4,26% y la deuda nacional un 61%. Las grandes corporaciones pagan cada vez menos impuestos: hacia 1950, estos representaban el 30% de los ingresos del presupuesto nacional, mientras que en 2009 sólo el 6,6%. Los recortes impositivos de Bush, los gastos por los grandes rescates a bancos y empresas y el expansivo presupuesto militar hicieron colapsar las cuentas públicas. Hasta ahora, Estados Unidos trasladó sus desequilibrios hacia el resto del mundo, imprimiendo dólares y emitiendo bonos del Tesoro. Pero este creciente déficit fiscal no puede mantenerse indefinidamente.
 
En el verano boreal de 2011, Estados Unidos estuvo muy cerca de entrar en default, o sea en cesación de pagos. Luego de semanas de debate, en agosto el Congreso acordó permitir a la Casa Blanca elevar el nivel de la deuda pública hasta las elecciones presidenciales. Antes de fin de año, demócratas y republicanos deben alcanzar un acuerdo para morigerar el creciente déficit fiscal. Si no lo logran, automáticamente se producirá el "abismo fiscal", que incluye el fin de masivas rebajas impositivas "temporarias" establecidas por Bush hace una década. Minutos después de anunciada la reelección de Obama, se inició el debate sobre cómo evitarlo.
 
El ajuste automático implicaría un masivo aumento de impuestos, que afectaría al 90% de los contribuyentes, y a la vez recortes multimillonarios en los presupuestos federales de salud, educación y defensa. El monto es descomunal: 800.000 millones de dólares (una vez y media el PBI de la Argentina). Según el propio FMI, de aplicarse este mega-ajuste la economía de Estados Unidos volvería a caer en recesión en el primer trimestre de 2013, profundizando todavía más la crisis económica mundial iniciada en 2008. La Oficina del Presupuesto del Capitolio estima que el PBI podría contraerse un 0,5%, aunque otros pronósticos señalan que la caída podría alcanzar el 1,5%. Esto provocaría un aumento del desempleo (las cifras oficiales lo sitúan en 7,9%, afectando a 13 millones de personas) y de la pobreza (16%, la más alta en medio siglo).
 
Obama  inicia esta semana negociaciones con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner. La propuesta del reelecto presidente implica reducir el déficit fiscal en 4 billones de dólares a lo largo de la próxima década, incrementando impuestos del 35 al 39,6% sobre las personas con ingresos superiores a los 200.000 dólares anuales (o las familias que ganen más de 250.000). El líder republicano, bajo la tenaz presión de los fundamentalistas anti-estatales del Tea Party, pretende en cambio un recorte masivo de gastos en salud y educación y ningún aumento de impuestos. Si bien otros miembros de ese partido, que controla la Cámara de Representantes, reconocen que podrían aceptar algún aumento de impuestos, el consenso parece muy lejano.
 
Más allá de las frenéticas negociaciones en Washington entre los dos partidos, que empezarán un largo recorrido el viernes 16 de noviembre, el debate de fondo es quién pagará la crisis en Estados Unidos. El Tea Party, luego de acusar el golpe por la derrota de Romney, intentará volver a desplegar su poder de presión, en función de que no se aumenten impuestos. La clave será si los jóvenes indignados del movimiento Occupy Wall Street, los inmigrantes latinos en lucha, los sindicatos que resistieron en Wisconsin y los docentes y estudiantes que se movilizaron en Chicago lograrán contrarrestar esa ofensiva y evitar que el ajuste recaiga sobre las espaldas del 99% de la población.
 
Más allá de la resolución del déficit fiscal en las próximas semanas, esta situación es una muestra más de que la hegemonía estadounidense está cada vez más en duda. Estos desequilibrios económicos, hasta ahora, los pueden mantener ya que cuentan con la moneda utilizada como reserva mundial y para las transacciones comerciales y financieras. Pero el dólar ya no tiene la preponderancia que ostentó desde la posguerra. ¿Podrá Estados Unidos seguir (sobre)consumiendo a costa del resto del mundo? ¿Marcará la resolución de este desequilibrio fiscal un nuevo escalón en la declinación relativa de Estados Unidos?


* Docente UBA e ISEN. Investigador del CONICET. Autor de Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las conferencias panamericanas (Ed. Continente, 2011), de Relaciones peligrosas. Argentina y Estados Unidos (Capital Intelectual, diciembre 2012)
y del blog www.vecinosenconflicto.blogspot.com 

jueves, 15 de noviembre de 2012

Nuevamente la violencia en Israel / Palestina


Escalada sobre Gaza: Había otra manera
por  Dahlia Scheindlin
Leer el original en inglés
 
Como si el dolor por la escalada y su previsibilidad terrible no fuesen suficientes, el ejército israelí envió el  mensaje-afiche que ilustra a esta nota, a través de su Twitter.
 

Esto es lo que dice este cartel:
1. Las Fuerzas de Defensa Israelíes promueven la ejecución extrajudicial
sin el debido proceso como castigo por los crímenes cometidos (ataques terroristas y secuestros anteriores).
2. El ejército israelí cree que retratar a Israel como el Terminator es una buena idea, mostrando desconexión con el lenguaje de la diplomacia moderna y las actuales sensibilidades políticas sobre el conflicto.
3. El asesinato es absurdamente divorciado del conflicto, la política hacia Gaza, la ocupación.

4. El conflicto no se puede reducir a un afiche propio de Hollywood. El cartel está tratando de decir: no teníamos otra opción. Esta fue nuestra única opción.

Esto me parece un insulto a todas las víctimas del conflicto y a la escalada actual.


Pronto, habrá un inevitable coro de voces diciendo por qué no puede haber negociaciones, concesiones, fin del conflicto o por lo menos al final de la ocupación.Hace un año en la ONU, Israel podría haberse dado cuenta de que un Estado Palestino, básicamente, a lo largo de las fronteras de 1967 se encontraba en los parámetros de su interés nacional. (Para que conste, yo todavía no entiendo por qué no lo hizo.) Israel podría haber tranquilamente desbloqueado la vía diplomática.


Si Israel hubiera permitido tácitamente la ruta de la ONU para continuar, el sentimiento nacional palestino de victoria habría sido enorme. La catarsis interna podría haber generado un impulso político a pesar de los previsibles disidentes, que sin duda se habrían mantenido, como en todas las sociedades post-conflicto.


La comunidad internacional ha luchado duro para revivir las negociaciones entre Israel y los palestinos, lo que tendría un tono diferente a las migajas rancias de los viejos paradigmas de Oslo.


Para atraer a Israel a entrar en negociaciones con una entidad a la que seguirían consideran ilegítimo, Israel podría haber ejercido una influencia significativa. Eso habría ayudado a estabilizar la sociedad palestina internamente, lo que la convertiría en un mejor vecino de Israel.


Habría pocos incentivos para que los palestinos para continuar la resistencia violenta. Sin duda, los disidentes o extremistas palestinos lo intentarían, pero la lógica sería difícil de justificar y podría haber sido contenida. Sería más fácil para los líderes palestinos


En este contexto, de manera realista, la escalada, el lanzamiento de misiles, los asesinatos selectivos, el trauma masivo civil de ambas partes que vemos ahora, todavía podría haberse evitado. También hay una posibilidad de que podría no haber sucedido. No es cierto que no hay opción, hay muchas opciones.
 

Traducción de C.B.

Nota del E:
Ante un comentario erróneo y agresivo de un lector, quien dice que el artículo es "totalmente falso" "primero porque el ejército israelí  NO TIENE twitter", hemos introducido ahora el enlace al twitter  de las IFD (Israel Defence Forces). También tienen página en facebook y en tumblr, un blog y un canal en youtube.
De modo que lo falso está en primer lugaren el comentario. Esperaremos las debidas disculpas de nuestro lector, antes de seguir contestando al resto de su propio comentario. 

 

sábado, 10 de noviembre de 2012

El 8N construye un programa


Las demandas de los caceroleros: hacia un populismo de derechas


La foto forma parte de una colección que habla por sí misma.

Esta es una de las más elocuentes.

Es una interesante colección de fotos. Allí están muchas de las demandas de los caceroleros metropolitanos. Habría que completar este trabajo de compilación, incluyendo más demandas que no sean tan antipáticas.  Hay algunas que no están en lacompilación, y son tan terribles como la de arriba. Vean esta:

Permiten avanzan en el análisis político.

En principio, parece estar en formación un populismo de derechas, que abarca en su gama a la ultraderecha, y que tiene hoy como núcleo al populismo local macrista.

Dice Ernesto Laclau, en "La Razón Populista", libro que se ha convertido en referencia básica para los principales líderes sudamericanos, incluyendo a los de oposición, como en el caso de Ardiles en Venezuela, y abarcando principalmente a Cristina, Evo, Ollanta Humala, Correa, Chávez:
 

"El populismo no tiene un contenido específico, es una forma de pensar las identidades sociales, un modo de articular demandas dispersas, una manera de construir lo político."


Ardiles ha sido especialmente explícito sobre estas cuestiones en la reciente elección en Venezuela.

lunes, 29 de octubre de 2012

Sí a Samhain, que es como la Pachamama de los Celtas



Halloween y el pensamiento binario


Eddie  Abramovich


Por muchos años, antes y después de la cristianización, Halloween-Samhain fue una fiesta de la libertad y del goce del los frutos de la tierra.  La banalización comercial de Halloween es odiosa y globalizante. El origen de la fiesta es virtuoso y de una profunda universalidad.
 
El rechazo a Halloween, en su condición de frívola impostura metida a la fuerza en la Cultura Shopping es legítimo y suscribible.

La abominación absoluta de Halloween y su tosca oposición con las fiestas de la Pachamama, en cambio, no lo son. Expresan una matriz de pensamiento binario -sí o no- y la lógica del tercero excluido -si es A no puede ser B- que renuncia a indagar en los antecedentes.

Si se hiciera esa indagación histórica -sin demasiado esfuerzo- podría surgir quizás otra oposición, también reduccionista, pero no tan binaria. Y la podríamos expresar así: No a Halloween, sí a Samhain, que es como la Pachamama de los Celtas, el año nuevo natural de irlandeses, escoceses, gallegos y asturianos antes de la colonización cristiana.

Porque Halloween -condensación All Hollows' Eve, Víspera del Día de Todos los Santos- fue la expropiación, por parte de la Iglesia, de las fiestas paganas de Wiccas y Druidas, consideradas "heréticas". Tal expropiación redujo al 31 de octubre una fiesta que, en realidad, duraba entre cinco y siete días, en la luna llena entre el equinoccio boreal de otoño y el solsticio de invierno, comenzando alrededor del 7 de noviembre, mes de Samonio  (Samhain), cuando se iniciaba la mitad oscura  del año.

La coincidencia más o menos simétrica con el año nuevo austral originario, también en torno de una luna llena, no es accidental: Los pueblos elegían el fin de la cosecha y el inicio del tiempo de guarda - con el encendido de los hogares - para marcar el final de un ciclo y el inicio del otro. Los revolucionarios franceses recogieron esta vuelta a lo natural para confeccionar su nuevo calendario, que iniciaba el 22 de septiembre, rebautizado 1º de Vendimiario. Este adelanto de la fecha, así como el atraso a la última de las cosechas gruesas, a fines de diciembre, tampoco era caprichoso: en distintas latitudes, ritos similares elegían fechas diferentes para marcar el hito anual, pero siempre entre finales de septiembre y de diciembre, lo que en el hemisferio sur tiene su correspondencia entre finales de marzo y de julio.

Es la secuencia de los ciclos agrícolas, asociados con los buenos espíritus y la honra de los antepasados, lo que la Iglesia más tarde vino a "bendecir", alcanzando el punto máximo al fechar el nacimiento de Jesucristo en la noche del 24 de diciembre, en torno del solsticio de invierno. Más, aún se apropió de la conífera que los celtas adornaban con bebida y alimento y coronaban con fuego para guiar a los viajeros extraviados en los bosques, y la convirtió en árbol de Navidad, con la estrella de Belén en lugar de la linterna ígnea.

Halloween es colonizante hoy porque lo fue en la Edad Media. Pero no siempre fue así. Su arraigo en los Estados Unidos fue obra de los inmigrantes irlandeses, expulsados de su tierra natal por la Gran Hambruna de 1845-49, secuela del saqueo y la invasión dictatorial británica al mando de Cromwell dos siglos antes. Los irlandeses, despojados de su tierra por los británicos, llevaron Halloween a su nueva patria para celebrar la recuperación de la labranza. Por muchos años, antes y después de la cristianización, Halloween-Samhain fue una fiesta de la libertad y del goce del los frutos de la tierra.

Su transformación en un sinsentido con calabazas y caramelos en Alto Palermo y el Paseo Alcorta es una imbecilidad hija de las relaciones carnales de los '90, que justifica el rechazo pero no legitima delirios como algunos que están circulando por internet, como que los druidas sacrificaban niños para ofrendarlos a los espíritus de las cosechas.

La banalización comercial de Halloween es odiosa y globalizante. El origen de la fiesta es virtuoso y de una profunda universalidad.


lunes, 22 de octubre de 2012

2002-2012: Salud para las Jubilados



por Lucero Gómez Cruz

Añadir leyenda
Hay historias que uno vive en carne propia, no me la contó Lanata ni 678.

Diciembre 2010, la Doctora le dijo a mi marido: "no te movés de acá (Hospital Italiano, CABA), hasta que aparezca un hígado"-. Con la incertidumbre en la boca y el miedo en el corazón recurrimos a PAMI (obra social que cubre la salud de mi marido, profesor de música jubilado por invalidez con el 82%).

Y la historia comienza quizá muchos años antes, en el 2005, cuando Néstor Kirchner firmó la "Ley de Trasplantes", ley que otorga el derecho a cualquier persona que ingresa a la prístina lista de espera del INCUCAI para elegir su centro de trasplante, cuando aún no imaginábamos que un día lo necesitaríamos.

Y llegamos al Hospital Italiano. El 2011 se vivió entre internaciones hospitalarias y domiciliarias (con equipos, médico, enfermeros y medicación en casa), cuidados exhaustivos y de última generación para el cuidado de mi marido, su vida -nuestra vida en Bs.As- cubierta hasta el último centavo por la obra social de los jubilados. Ocho meses después llegó el trasplante que por ese entonces -el mero hecho del operativo- rondaba los cientos miles de dólares, pagó PAMI; tres semanas en terapia intensiva, un mes en habitación privada (con cama para mí), pagó PAMI. Le siguieron internaciones y controles, el total de nuestra estancia en Baires sumó los 14 meses, pagó PAMI.

Febrero 2012 a la fecha, viajes frecuentes para control Post-TX, centro de alta complejidad, hotel y pasajes. Medicamentos que por mes rondan el equivalente a un automóvil KA 0 km, nacionales e importados: Si la receta dice BACTRIM FORTE, el bactrim está mensualmente en casa ¿y el PROGRAF? El famoso imunosupresor que tomará de por vida, mensualmente en casa, 100% paga PAMI. Y ANSES la jubilación intacta.

Mi experiencia no pasa por un diario ni un canal de TV, mi vivencia no la media ni Clarín ni Página 12. Yo sé lo que viví y lo que vivo, y esta misma vida es la que me ha enseñado a ser agradecida. Y podrán faltar muchas cosas, si, pero hace 10 años un ministro declaró que no habría prótesis para los viejos porque ya se iban a morir... ¡vaya alivio haber necesitado del Estado en estos tiempos de coyuntura social y política! Por eso no me verán cacerolear ni gritarle a Cristina entre insultos -"¡que se vaya!"-, por el contrario, por la vida futura de mi esposo y por quienes viven situaciones parecidas quiero que se quede.

Si el invento falaz del 'Gran Diario Argentino' fuese verdad, yo la votaría en el 2015 (ahora que están a punto de discutir en el Senado de la Nación el voto para los extranjeros) pero todos sabemos -y si no lo saben, aprendan- que para modificar la Constitución hace falta una mayoría especial (hasta Wikipedia lo sabe...).

Acompañé a Cristina en el inmenso dolor de haber perdido a su compañero de ideas, vida y militancia; la acompañé mientras el tiempo pasaba y muchas voces me pedían aceptar mi viudez. No, yo no olvido, yo tengo cada recuerdo clavado en la memoria, una memoria cargada de Verdad y Justicia. ¡Nunca más tener que rogar en la puerta de oscuros ministerios para ser atendido! Nunca más juicios interminables para obtener la medicación de pacientes crónicos. Ni un paso atrás en lo que hemos conseguido, y ojo que lo que se no lo aprendí en Harvard, lo aprendí en esta hermosa Argentina.

jueves, 18 de octubre de 2012

La cuestión inflacionaria en la Argentina



Un problema que debe encararse en el marco de la política de desarrollo


 
 
 
Introducción

La crisis desatada a fines de 2001 representó el fin del ciclo de la Convertibilidad. Un período que representó un enorme retroceso, tanto en las condiciones de vida de gran parte de la población argentina como en el desarrollo productivo. La drástica caída verificada en el empleo industrial y la persistencia –durante casi una década– de una tasa de desempleo abierto de dos dígitos fueron dos de sus heridas más dolorosas. Parte del costo de un esquema económico que tuvo como eje el control de la inflación y la irrestricta liberación de los mercados, mientras se proclamaba que “sobraba un tercio de argentinos”.

A un costo social sin precedentes, la Argentina se liberó de un gravoso cepo intelectual, al que estuvo sometida desde largo tiempo atrás (en especial, tras la hiperinflación de 1989-90). Se crearon así las condiciones para adoptar un régimen de política económica que apuntara al crecimiento y a la inclusión social.

Este nuevo patrón se encuentra todavía en vías de consolidación y demanda definiciones acerca del perfil productivo a adoptar hacia adelante. En algunas áreas –como es el caso del transporte– aún se observa, además, una ausencia notoria de nuevas políticas. Asimismo, superada la instancia más crítica de inicios de la pasada década, existen todavía muchas demandas sociales pendientes, tales como la provisión de soluciones habitacionales suficientes y la formalización de un amplio estrato de trabajadores en la “economía negra”.

Ello no quita la importancia que han tenido diversas reformas que, claramente, han apuntado a políticas públicas nuevas y muy eficaces para responder a las necesidades de las mayorías. Nos referimos aquí, entre otras, a la renegociación de la deuda externa; a las transferencias sociales masivas de impacto redistributivo; a la supresión del inviable y costoso régimen previsional privado, reemplazado por una política inclusiva y solidaria; a la modificación de normas monetarias y cambiarias heredadas de la Convertibilidad; al impulso a la educación y al desarrollo científico y tecnológico; a la jerarquización de las inversiones públicas; y al activismo que el Estado está mostrando en el plano energético.

Si bien los datos estadísticos disponibles señalan cambios positivos en la distribución del ingreso, a la par de un crecimiento significativo en la actividad productiva, este nuevo patrón en proceso de definición presenta dificultades. Entre ellas, un proceso inflacionario que se ha iniciado un quinquenio atrás y que, si bien muestra un ritmo administrable, alcanza hoy índices superiores a los deseables.

Además de los conocidos impactos que todo proceso de este tipo tiene sobre los perceptores de ingresos fijos –como es principalmente el caso de los trabajadores asalariados– la inflación estrecha el horizonte de decisión de las personas y empresas, desestimulando la toma de riesgos a plazos largos. Asimismo, existen concretas preocupaciones por el retraso que la inflación tiende a generar en el tipo de cambio real y en los niveles reales de tarifas de servicios públicos. Las razones precedentes conducen a reconocer la importancia de esta cuestión.

Por cierto, los distintos procesos inflacionarios de la Argentina obedecieron en el último siglo a causas diversas y su magnitud alcanzó niveles muy disímiles. La decisión del Plan Fénix de tomar posición –una vez más– acerca de este tema obedece a que, por la magnitud adquirida los últimos años, la inflación ha vuelto a instalarse como una cuestión central entre las preocupaciones sociales y exige la adopción de políticas eficaces para su morigeración y control. Nuestra historia enseña, sin embargo, que de la mano de argumentos antiinflacionarios se han gestado en el pasado planes de ajuste que implicaron graves retrocesos productivos y sociales, con serias consecuencias ulteriores en el terreno político-institucional. Es imperativo entonces que esto no ocurra, para beneficio de la expansión productiva en curso, de los sectores sociales más vulnerables y del proceso de afianzamiento y extensión de nuestra democracia.


El ritmo actual del fenómeno inflacionario

Cualquier esfuerzo que procure reducir la inflación debe comenzar por cuantificar su magnitud, determinar sus causas, evaluar los resultados negativos producidos en el pasado como consecuencia de la aplicación de políticas antiinflacionarias de matriz ortodoxa y, finalmente, proponer una estrategia alternativa.

No es fácil determinar cuál ha sido el ritmo real de incremento de precios que ha tenido lugar en la Argentina durante los últimos años. Las cifras que ofrece el INDEC han perdido credibilidad, las provinciales no cubren un territorio de suficiente significación y las que publican las consultoras privadas exageran, en general, las tasas de inflación reales (además de aplicar en algunos casos metodologías inaceptables, de poca seriedad). De acuerdo a la evolución del índice de precios implícitos del PBI, la inflación actual se ubicaría en el entorno del 20% anual, en tanto que el promedio del incremento de precios, según siete institutos provinciales de estadísticas, resulta aproximadamente del 23%. Ambos valores se hallan muy lejos de los que estima el INDEC –y, también, bastante por debajo de muchas “estimaciones” irresponsablemente difundidas por medios masivos de comunicación– y justifican la actual preocupación. Va de suyo que esta situación debe ser corregida, sin más dilaciones.


Causas


Para comprender la especificidad del fenómeno es preciso analizar sus causas y sus mecanismos de propagación. El análisis económico tradicional suele distinguir tres clases de inflación: de demanda, originada por un exceso de la demanda global respecto de la oferta global de productos y servicios; de costos, usualmente derivada del aumento de la tasa de salarios e insumos a un ritmo mayor que la productividad del trabajo asalariado; y la estructural, causada por el cambio de los precios relativos en sectores con inflexibilidad a la baja de los precios monetarios. Más allá de este análisis tradicional y avanzando en el tema, podría afirmarse que el fenómeno primario tiene origen en una inflación de carácter “estructural”, que presenta como mecanismos de propagación a la inflación “de costos” y también a la “de demanda”.

Las presiones inflacionarias se deben a problemas de la estructura del sistema económico argentino. Entre ellos: a) el incremento de los precios relativos de alimentos, energía y otros insumos en el mercado mundial, que tiene impacto sobre el nivel de precios internos y se traslada fuertemente al consumo de los sectores más carenciados; b) las deficiencias en la tasa de formación de capital, así como en su asignación; y c) las serias inequidades persistentes en el sistema tributario. Si estas fallas estructurales no se corrigen resulta imposible atenuar el proceso inflacionario, por más “ajustes” que se intenten, debido a la multiplicidad de causas que operan de modo simultáneo.

Si bien los cambios positivos en la distribución del ingreso no son necesariamente inflacionarios, la puja distributiva tiende a provocar el incremento en los precios. Sobre todo cuando los empresarios, en particular los formadores de precios, reajustan sus márgenes de ganancia. Esto, en especial, que sucede con frecuencia, tiene un fuerte impacto sobre el resto de la economía, en los sectores en los que predominan los comportamientos oligopólicos (en mercados dominados por unas pocas empresas, no sujetas a competencia relevante alguna); al respecto, es menester recordar el elevado nivel de concentración que presenta hoy día la economía argentina, donde las ventas de las primeras 1000 empresas representan más del 70% del Producto Interno Bruto. En este sentido, las expectativas de incremento de precios –fuertemente exacerbadas por la experiencia económica histórica del país– generan un comportamiento “cultural” inflacionario que opera como crucial mecanismo de propagación y acaba suscitando “profecías autocumplidas”.

Al respecto, importa subrayar que el ritmo actual de crecimiento de los precios dista de encontrarse en un nivel de “espiralización”; vale decir, de incrementos cada vez más fuertes, resultantes de las expectativas a futuro acerca de su trayectoria. Este fenómeno fue fundamental en el período de muy alta inflación que sufrió la Argentina entre 1975 y 1990. De hecho, el temor a la “espiralización” es lo que, por lo general, incentiva la adopción de políticas antiinflacionarias en todos los países. Esto, dicho sea de paso, desmiente los toscos diagnósticos monetaristas que atribuyen el crecimiento de los precios, en exclusividad, a la emisión monetaria. Si estos diagnósticos fueran valederos, combatir la inflación sería una tarea trivial.


Políticas antiinflacionarias posibles

El fracaso de las políticas de shock y ajuste recesivo, nos lleva a considerar como alternativa conveniente una estrategia gradual de combate a la inflación. Esta estrategia deberá tener en cuenta la multiplicidad de causas que la provocan: factores inerciales, expectativas, puja distributiva, oscilaciones del tipo de cambio, sectores monopólicos u oligopólicos formadores de precios, entre otras.

Toda política antiinflacionaria eficiente debería satisfacer, al menos, dos criterios básicos: a) actuar conjuntamente sobre las causas de la inflación y sus mecanismos de propagación, diferenciando entre unos y otros; y b) incidir sobre la inflación sin crear o agravar otros desequilibrios y, especialmente, sin producir desempleo. Las políticas antiinflacionarias usuales no cumplen con estos requisitos; por ejemplo, las políticas monetarias restrictivas no actúan sobre la inflación estructural y las clásicas políticas fiscales “de ajuste” tienden a generar desocupación.

El verdadero enemigo del crecimiento con equidad es la desocupación, que a la vez implica la subutilización de recursos y marginación social. El empleo no debe ser la variable de ajuste antiinflacionario. Por el contrario, debe tenderse a una situación de plena ocupación con empleos de calidad y salarios dignos. El aumento de la productividad logrará, a su vez, mayor y más calificado empleo. Existe una confluencia virtuosa entre el combate a la inflación estructural y la expansión económica. Las restricciones de la estructura productiva no se combaten entonces comprimiendo la actividad, sino expandiéndola (vale decir, haciendo lo contrario de lo que hoy resulta usual los países de la Europa en crisis).

En las actuales condiciones, a los dos requisitos mencionados debe sumarse la necesidad de que la política antiinflacionaria tome en cuenta que los mercados de productos han dejado de ser en gran medida mercados nacionales, restringidos a cada país –como supone el enfoque keynesiano de la política económica– para tender a convertirse en mercados mundiales de productos y factores. Por ello, es necesario administrar con prudencia y realismo la incidencia local de los precios internacionales, tratando de regular sus impactos de acuerdo a las necesidades del desarrollo interno y de la equidad distributiva. Dadas las nuevas condiciones en que tienden a desenvolverse los mercados, se corre el riesgo de la “primarización” de las exportaciones y la consiguiente orientación privilegiada (o casi exclusiva) de las inversiones hacia los sectores productores de materias primas. Este escenario puede dar lugar a una versión actualizada de la “enfermedad holandesa”; vale decir, la circunstancia en la que un boom de precios de las materias primas lleva a una situación de fortalecimiento del poder adquisitivo de la moneda nacional que termina impactando severamente sobre la capacidad de producir y exportar manufacturas y, de ese modo, “desindustrializando” al país. Por lo tanto, dado el riesgo de esta peligrosa situación, las políticas de tipo de cambio diferenciado se encuentran ampliamente justificadas y no deben ser abandonadas.

Por otra parte, una reducción indebida, excesiva, imprudente o puramente fiscalista del gasto público tendría efectos adversos sobre el nivel general de actividad económica, como los que están experimentando hoy los países europeos, afectados por la grave crisis en la que se encuentran inmersos. En cambio, resulta fundamental redireccionar el gasto, sin reducir su nivel y buscando mantener el nivel de ocupación, mejorar la distribución del ingreso y adoptar medidas de política fiscal que tiendan a sostener el nivel de los recursos estatales. También debería modificarse gradualmente, pero sin vacilaciones, la política de subsidios del gobierno nacional –tal como comenzó a hacerse hace algunos meses– para sostener los cambios positivos ya logrados en la distribución del ingreso y evitar la continuidad de transferencias injustificadas que subsidian el consumo de los sectores de altos ingresos (energía y transporte, entre otros). Como una política de este tipo implica impactos sobre los precios, exige una gradualidad en su aplicación, que debería discriminar con cuidado entre los distintos tramos de ingresos.

El incremento de la provisión de bienes públicos, materiales e inmateriales, resulta otra vía importante para combatir la inflación, ya que esta oferta se halla a cubierto de las tendencias en los mercados externos y constituye, sobre todo, una responsabilidad del Estado. La moderna noción de bienes públicos incluye no solamente a los bienes públicos materiales (los que integran el “dominio público”), sino también los inmateriales o intangibles, como lo son la educación, la salud, la justicia, la seguridad, la protección social y el derecho a la información y a la pluralidad de opiniones. Una mayor y mejor provisión de bienes públicos actúa con eficacia estabilizadora sobre las tres clases de inflación: sobre la inflación “de demanda”, elevando la oferta de bienes disponibles; sobre la “de costos”, acrecentando la productividad del trabajo; y sobre “la estructural”, aumentando la movilidad de los recursos productivos entre regiones y entre industrias. Por iguales vías, los efectos sobre el nivel y la calidad de la ocupación también pueden resultar positivos.

La política antiinflacionaria debe definirse cualitativamente, como una acción continua y sistemática dirigida a corregir y, en lo posible, a prevenir los desequilibrios coyunturales y estructurales que la generan. No debería descuidarse el campo de la política de ingresos y la influencia que esta debe tener a la hora de acordarse precios y salarios entre los distintos sectores de la sociedad. Resulta obvio que la instrumentación de una política de moderación de la inflación requiere tiempo, además de un cuidadoso análisis que contemple tanto las consecuencias inmediatas como los efectos de largo plazo.

Sin duda alguna, la crisis que sufren los países centrales nos afecta directa o indirectamente. Por ello, deben aislarse –y esto llevará tiempo– los efectos del crecimiento de los precios, sobre todo sobre los salarios que van a la zaga de los restantes. Por todas estas razones alentamos la continuidad de muchas de las políticas encaradas, en particular, la fuerte inversión que compromete al Estado en la búsqueda de una competencia apoyada en el desarrollo científico-tecnológico.

En suma: la política antiinflacionaria deberá tener en cuenta la complejidad que muestran las circunstancias y los factores señalados en este texto y, en consecuencia, debe ser ubicada en su justo lugar, cuidando su consistencia con el cumplimiento de los objetivos de desarrollo con equidad. La inflación no es el único gran problema a vencer, pero resulta indispensable encarar un programa de mediano plazo adecuado para neutralizarla.



Cátedra Abierta Plan Fénix
Octubre de 2012

jueves, 11 de octubre de 2012

Antes y después del 12 de octubre


Pueblos Originarios e Imperios



Mario Rabey

Foto Mario Rabey: El día del desentierro
del Carnaval, Juella arriba, febrero 1999  
El 12 de octubre de 2011, leía en un muro amigo:

“Los pueblos indígenas nos encontramos frente a un nuevo aniversario de la llegada de colonialismo europeo a nuestras tierras, causante del mayor genocidio conocido en la historia de la humanidad, que ocasionó 70 millones de muertos, y que asimismo dio inicio a un sistema de dependencia que se ha mantenido durante cinco siglos, con la excepción de aquellos momentos de nuestra historia en la que los pueblos adquirimos protagonismo, a partir de nuestra luchas de resistencia. Cinco siglos donde hubo una resistencia tenaz frente a un sistema de muerte y explotación, que encabezaron entre otros hermanos nuestros Tupac Amaru, Micaela Bastidas, Bartolina Sicsa, Tupac Katari, Caupolican y Lautaro.” Abya Yala es el nombre dado al continente americano por el pueblo Kuna de Panamá y Colombia antes de la llegada de Cristóbal Colón y los europeos. Literalmente significaría tierra en plena madurez o tierra de sangre vital. La expresión Abya Yala ha sido empleada por los pueblos originarios del continente para autodesignarse, en oposición a la expresión "América"

Y reflexiono, en forma directa, sobre el teclado:

Recordemos, brevemente, que no todos los pueblos de Abya Yala eran "libres" antes de la llegada de los europeos.

Obviamente, el tema no es como para despacharlo en un intercambio de frases facebookeras, pero para decirlo con (mucha) síntesis:

1. En Abya Yala, además de Pueblos, había Imperios.
2. Occidente / No Occidente no es una oposición categoríal/valorativa, donde la carga valorativa pueda invertirse (por ej. Huntington vs. Al Khaeda) y listo.
3. (relacionado con lo anterior) Volver a Aristóteles no es una buena respuesta a las imprecisiones de la dialéctica.
4. La resistencia de los pueblos de Abya Yala -que en muchos casos, como en los Andes y en Yucatán llega hasta nuestros días- enseña mucho más (y envuelve mucha más promesa política) que la derrota ante España y otras potencias coloniales.

Para dar un ejemplo sobre este último punto (que me parece el más importante), Tupac Khatari y Bartolina Sisa son emblemáticos en la Bolivia contemporánea y, entonces, en toda la América / Abya Yala contemporánea.

Las imprecisiones de la dialéctica tienen mucho que ver con el endurecimiento (muchas veces positivista) que le dieron diversos continuadores del Marx (de los que excluyo explícitamente al italiano Gramsci -quien escribió gran parte de su obra en la cárcel fascista- y al peruano Mariátegui -quien escribió en medio de la cárcel intelectual del positivismo- , y donde rescato especialmente a Castoriadis).

Me gustaría que hablemos entonces de la praxis de resistencia de los pueblos de Abya Yala, una resistencia que viene, indudablemente, de su historia durante los tiempos precoloniales. Puesto que si no, nos quedaremos con la dialéctica hegeliana, puesta al revés no más (como se propuso Marx), pero siempre cosificadora de pueblos que habrían entrado en la Historia ¡cuando llegó Europa!

Porque, seguramente, no hubo Pueblos sin Historia, como afirmó imperialmente Hegel. Pero seguramente, hubo Pueblos sin Europa, como sugirió, dialécticamente y con alta retórica, Talal Asad.

Pero, agrego ahora yo, con otros Imperios. Y contra ellos se sigue escribiendo Historia, una escritura con praxis. Como la Historia que escriben nuestros Pueblos en los Andes, sobre los cuales escribí junto con Bárbara Manasse.

Referencias:

Asad, Talal. 1987. Are there histories of peoples without Europe? Comparative Studies in Society and History, 29(3) : 594-601

Manasse, Bárbara y Mario Rabey. 1992.   El pasado en el conocimiento popular andino. Revista de Antropología, 12. En Internet: http://es.scribd.com/doc/10854129/Barbara-Manasse-y-Mario-Rabey-1992-El-Pasado-en-el-Conocimiento-Popular-Andino

jueves, 4 de octubre de 2012

Roger Waters, El Indio Solari, Steve Jobs



Sopesar los altos y los bajos

Claudio Real

La muerte de Steve Jobs, cofundador y CEO de Apple, desató un coro de ditirambos en los medios masivos de comunicación, que fue replicado en forma impresionante en las redes sociales, Twitter, Facebook & Co. Hubo pocas voces contrastantes con ese coro, siendo una excepción notable la de la Revista Barcelona. Aquí Claudio intenta una mirada balanceada, contrapunteando a Jobs con dos estrellas del rock, uno mundial y otro de estas pampas.

Que cosa tan difícil nos resulta a los humanos tratar de poner las cosas una perspectiva balanceada. Siempre tendemos a razonar binariamente: blanco o negro, Boca o River, Perón o Muerte,Ortega o Gasset. Pongamos por caso tres ejemplos tomados al azar: Roger Waters, El Indio Solari, Steve Jobs. ¿Tremendos Dioses?; ¿Terribles Garcas?. ¿Qué son?. Bien, yo creo que la respuesta madura podría ser: un poco de cada cosa, de acuerdo a los principios artísticos, éticos y morales que cada uno pondere.
Innegablemente ellos y los cientos de miles de millones de seres humanos seremos igual de desparejos: altos y bajos, claros y oscuros. Lo errado sería que no podamos comprenderlo y necesitemos siempre endiosarnos o defenestrarnos.

Roger Waters. ha sido el alma mater pensante detrás de Pink Floyd, en su etapa más fuerte al menos. Todos amamos a David, pero es un hecho que el grupo jamás fue lo mismo sin él. Al igual que pasa con el audio digital, es algo increiblemente parecido,pero no lo mismo. Waters, el artista sensible, sublime, osado, el que llena nueve River ... y también el garca millonario que se encierra en su castillo para corretear animalitos silvestres en su coto de caza privado y asesinarlos. ¿Y entonces? ¿Roger sí o Roger no? La respuesta estará de seguro en el grado de la medida de credibilidad de cada uno para con nuestro ídolo. ¿Hasta dónde le creés, hasta dónde te bancás? Dicho esto, también estaré en River viendolo, prefiero otorgarle el beneficio de la duda, aunque el "detalle deportivo", sumado a algunas actitudes despóticas de toda la vida para con sus compañeros, están lejos de causar adhesión y cariño.

El Indio Solari. Desde mi escaso conocimiento y acotado razonamiento, puedo aceptar, Los Redondos fueron la mejor banda de Rock de las Pampas (siempre de acuerdo a lo que entienda por Rock cada uno). Los típicos monstruos sagrados -Charly, Flaco, León- son artístas mas eclécticos, pero si pienso en Rock de las Pampas, mi pensamiento es automáticamente redondo. En las épocas de los comienzos los disfruté grandemente de sus shows, luego las cosas se salieron de control para bien y para mal. Así después de algun desgaste calculado, llegamos al punto doloroso de la separación, al cual todos intuimos por varias causas. Que si el Indio cambió, que vive en un "Cantri", que ésto, que aquéllo. Yo no sé, no lo conozco personalmente, los de la monada no sabemos pormenores ni los necesitamos, pero hasta que alguien de la banda no tenga una de esas actitudes "de las que no se vuelve", nadie tiene derecho a juzgar trapitos privados ni crucuficar a nadie,aunque nos hubiese gustado otra realidad, obviamente.

Steve Jobs. No entiendo demasiado del tema ni sé más de lo que los medios nos contaron estos días,además de las muchas anécdotas que mi amigo Daniel, gran fana de la manzanita, me ha prodigado en estos años. Qué podríamos opinar de este sujeto?: ¿que es Gardel?; ¿que es Lepera?; ¿que es Hitler? Nada de eso. Es un tipo creativo, que sin ser Volta, Edison o Pasteur, ha introducido importantes invenciones a la hora de llevar la computadora, que era un aparato gigantesco e infernal, al ámbito de los hogares,la portabilidad y el confort de la gente,por no mencionar unos cuatro centenares de pequeños avances tecnológicos que incluyen, por ejemplo, el mouse, los programas maestros en entorno gráfico -hoy llamados sistemas operativos-,la pantalla táctil y un sinfin de pequeños elementos integrados inadvertidamente a nuestra vida diaria como la Mac (superior a PC de acá a Saturno, no hay discusion posible al respecto) y que han resultado ser,aunque no sustanciales para la supervivencia, todos formidables avances, super importantes en nuestro desarrollo tecnológico, bienvenidos todos y reconocimiento eterno y agradecido a la obra de este verdadero genio.

¿Ha hecho todo esto el Sr. Jobs gentil y alegremente para beneficiar a la humanidad toda sin más recompensa que la gratificación personal y el bien al prójimo? ¡De ninguna manera! Este muchacho ha disfrutado sobradamente de los beneficios del sistema capitalista patentando a morir cada una de sus ideas y defendiendo con uñas y dientes su imperio económico, a la par de Gates y tantos otros popes mundiales de la economía, verdaderas guerras comerciales con cualquier posible competidor, desde su archienemigo (y amigo de lo ajeno) Microsoft, hasta el ex sello discográfico de los Beatles,con quienes disputaba por la titularidad de la manzanita y con quienes luego de décadas de feroz guerra, terminó compartiendo regalías por venta de música. Todos fueron beneficios a costa de librar batallas legales despiadadas con Dios y María Santísima y con el triste saldo no económico; pasándola y haciendo pasar mal a él mismo y a quienes le rodeaban, tanto que quizá esto puede haber sido muy poco beneficioso para su propia salud, todo dicho siempre desde los datos que se manejan, nadie ha tenido una experiencia cercana como para dar fé cierta de todo lo que se relata.

La síntesis de todo este largo y tedioso pastiche de palabrerío vendría a significar -siempre desde mi humilde y modesta óptica- que lo más dificil para las personas es a veces sopesar los altos y bajos que tienen/tenemos los humanos. Sabemos que hay cosas que nos desagradan y que nos cuesta mucho revertir, vale para nuestros ídolos como para nuestros amigos, cada uno sabrá cuál es esa medida. Lo que a veces hacemos mal es que tendemos a ser terminantes en nuestras apreciaciones y juicios de valor o dejarnos llevar por el fanatismo,en lugar de tratar de entender las cosas en perspectiva, ver qué cosas son importantes para elevar el espíritu de una persona y qué otras son nimiedades o cosas coyunturales, para poder apreciar asi a las personas en su justa dimensión y no endiosar salames y perejiles o próceres, da igual, o juzgar demasiado duramente a quienes simplemente vivieron como mejor pudieron e hicieron las cosas de ese modo. En nosotros está la llave de nosotros.

¿te imaginaste hace unos años ...


... poder festejarle a tu nena los quince?




Dice Rocio Aldana Lavega:

El aviso del cumpleaños de 15 lo viví en carne propia.

Yo cumplí quince en el 2004. El país todavía estaba levantándose de las miserias provocadas por infinidad de politicas neoliberales, mi papá estaba desocupado y deprimido, mi mamá tenía varios trabajos para mantener la casa, tambien estaba deprimida pero no nos lo hacía notar ni a mi hermana ni a mi para que no nos preocuparamos.

Estudié en un colegio secundario público en el cual conseguía las hojas en donde escribía gracias a becas de la cooperadora. No teníamos aula de computación porque justamente no había computadoras, hablar de netbooks o notebooks era un delirio (comprarla o que te la regalaran). Ni hablar de que el gobierno te de esa posibilidad.

Hoy con casi 23 estudio en la UBA y puedo irme dentro de unas semanas de viaje a Suiza, tengo dos emprendimientos laborales en los que me va muy bien. No solo trabajo para argentinos, sino que tambien quieren contratarme de otros países.

Creo en lo personal que fue un cambio importante porque justamente viví el contraste de las dos épocas.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Cristina en Harvard



Sorpresas de la conferencia de Cristina en Harvard

La Presidenta de Argentina señaló que la crisis no es solamente económica y que en el mundo ha comenzado una nueva etapa civilizatoria


Dado el "debate" desencadenado  por la participación de Cristina Fernández el 29 de septiembre en el ciclo de conferencias del Instituto de Política de la  Escuela de Gobierno (School of Government) de la prestigiosa Universidad de Harvard,  busqué el video completo con su intervención, y lo encontré en el propio sitio de la Universidad.

Lo escuché con detenimiento (como pueden hacer ustedes desde el video  aquí abajo) y me encontré con algunas sorpresas.

La primera sorpresa es que el presentador (el Director de la Kennedy School of Government de esa Universidad), cometió errores groseros al presentarla. El más visible es que mencionó a Eva Perón como habiendo sido Presidenta de Argentina. Es notable que nadie haya comentando este furcio, especialmente importante dada la condición académica del que lo cometió. La que sí lo comentó y lo corrigió adecuadamente, al comenzar su intervención, fue la propia Cristina.

La segunda sorpresa es que la mayor parte de la intervención es una conferencia con una argumentación fuerte, bastante interesante para escuchar y cuyo contenido ha quedado practicamente oculto en medio de las enmarañadas y acaloradas discusiones que se suscitaron estos días. El núcleo de su argumento aparece en el minuto 12:00: "Ha comenzado una nueva etapa civilizatoria". Recomiendo escuchar especialmente los párrafos de la conferencia que empiezan en ese momento. En 36:50 retoma la tesis de la nueva etapa civilizatoria, después de criticar con firmeza la idea de "choque de civilizaciones" de Samuel Huntington, que fue hace dos décadas profesor estrella de esa School en Harvard y mentor de Mariano Grondona.

La tercera sorpresa es que los alumnos (todos sudamericanos y principalmente argentinos) que preguntaron luego de la conferencia, en lugar de hacer preguntas acerca de la conferencia (una pauta habitual en las conferencias de cualquier tipo), le hicieron preguntas que no tuvieron ninguna relación con el contenido de la conferencia, pero en cambio reprodujeron las consignas fundamentales que repiten cotidianamente los medios masivos opositores.


Mario Rabey